Son imágenes de esta misma mañana en el Queiles, en territorio soriano. Por encargo del Gobierno de Aragón, una empresa especializada ha tomado diferentes muestras, en hasta tres puntos del río, para analizar y tratar de seguir investigando dónde puede estar el origen del brote del protozoo que ha contaminado las aguas de las que se abastecen más de 11.000 personas en Tarazona y el Moncayo, en la vecina provincia de Zaragoza. Allí llevan dos semanas sin poder beber agua del grifo y con más de 450 casos declarados de gastroenteritis.