#ElCorrevuela (27/12/2022)
Este capítulo muestra la realidad de algunas de las razas autóctonas que más relevancia han tenido en Castilla y León a lo largo de la historia.
El pichón bravío de Tierra de Campos no solo llenó las despensas de los pueblos de esta comarca sino que además definió su particular paisaje con la construcción de los palomares donde se criaban. Hoy hay jóvenes como Marcos, en la provincia de Palencia, que quieren recuperar y hacer rentable la cría del pichón.
El burro zamorano leonés también tuvo un papel importante hace décadas como herramienta de trabajo en las labores del campo y en el transporte de mercancías entre distancias cortas. Hoy la asociación que pretende evitar su extinción, ASZAL, intenta encontrarle nuevos usos, relacionados con el turismo y el consumo de su leche, y lo promociona en una feria anual con subasta en la localidad de San Vitero.
El carea leonés es un emblema entre los ganaderos de ovino por ser uno de los perros pastores de origen más antiguo de la península ibérica. Su capacidad para guiar y vigilar al ganado es innata, pero lo es también su belleza.
Junto con estas especies, otro de los animales con protagonismo histórico en Cas