La superficie cultivada de ajo ha descendido en Castilla y León un 23,5% por ciento. Los productores nuestra provincia tienen claro que, de seguir así las cosas, no es rentable. Les está ganando la partida ajos de China, Argentina o Egipto. Exigen poder contar con fitosanitarios efectivos, que son necesarios para mantener en el mercado variedades de gran calidad, como el ajo blanco de Vallelado.