El impacto de los ataques del lobo a las cabañas de ganado ha crecido de forma considerable desde que ha aumentado la protección de este animal; y desde que se ha prohibido su caza. La norma entró en vigor en 2021. A partir de esa fecha, la cifra ha subido un 47 por ciento. Veremos el caso de una ganadería de ovejas en extensivo en Luelmo de Sayago. Allí han sufrido una docena de ataques de lobo en los dos últimos años.