Es el lema de este 2023 para el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad degenerativa, la causa más común de demencia para la que no hay cura. Por eso en este día familiares y asociaciones reivindican que se siga investigando, insisten en la importancia del diagnóstico temprano y la innovación para mejorar la calidad de vida de los pacientes y de su entorno.