La nueva estrategia de lengua azul se centra en la protección, y fija la vacunación voluntaria y la libertad de movimiento del ganado como grandes ejes. Los ganaderos lo valoran positivamente. Aseguran que se elimina burocracia, se agiliza el protocolo y destacan que aunque la vacuna sea voluntaria siempre es la mejor arma para evitar estos serotipos.