Ágreda se encuentra inmersa en la celebración de sus fiestas de San Miguel. El pasado sábado sus habitantes fueron partícipes del comienzo de los festejos con la tradicional quema de los diablillos. Los quintos del 74 fueron los encargados de encender la hoguera en la que los diablillos quedaron reducidos a cenizas. También la pancarta en la que cada año reposan algunas de las demandas de la localidad.