Han sido días para la historia en Alba de Tormes, que han llegado a su final con el regreso de la urna funeraria de Santa Teresa de Jesús a su sepulcro en el camarín alto de la basílica de la Anunciación. Otra vez la localidad se ha echado a la calle para acompañar el recorrido de los restos de la Santa que desde su apertura el pasado día 11 de mayo han venerado más de 90.000 personas.