La subida del precio de las viviendas nuevas ha motivado que, cada vez más, se recurra a las reformas en pisos de segunda mano. Se hacen cada vez más al tiempo que el sector tiene cada vez más escasez de mano de obra. La consecuencia directa se nota en los plazos. Una reforma que hace un par de años se demoraba un mes ahora tarda tres en estar finalizada.