La atención a una persona altamente dependiente, como puede ocurrir en las fases avanzadas del Alzheimer, requiere tiempo y dinero. El desgaste psicológico de los cuidadores suele ir unido a una pérdida de poder adquisitivo en la familia al tener incluso que dejar de trabajar para atender al enfermo. El Centro de Referencia Estatal del Alzheimer ha puesto hoy el foco en esta repercusión añadida que tiene la enfermedad.