Un coche eléctrico pesa cerca de un 30% más que uno de combustión y todo radica en las baterías: necesitan una estructura que también mantenga las propiedades refrigerantes. Uno de los retos a los que se enfrenta el sector del automóvil es la compensación de ese peso adicional con otros componentes más ligeros.
Dos empresas de Castilla y León han unido fuerzas. En el proyecto e-Car Additive FOAMs, Aenium Engineering y Novadep NDT Systems, bajo el paraguas del Clúster de Automoción de Castilla y León (FACYL), investigan el desarrollo de una solución tecnológica disruptiva para el desarrollo de componentes ligeros del vehículo eléctrico y sus baterías. Quieren encontrar una aleación que logre mantener sus propiedades, pero pese menos. Y están probando con espumas metálicas.
En esta primera fase han combinado la fabricación aditiva metálica láser y la microtomografía computarizada (TAC) para la implementación de microestructuras porosas (microfoams) en diferentes zonas de los componentes metálicos de vehículo eléctrico, y de esta manera alcanzar el reto de la reducción de peso en componentes del vehículo eléctrico.
Aprovechan los estudios de materiales de Aenium Engineering, y gracias a miles de radiografías tomadas por Novadep NDT Systema analizan cómo es el componente: si mantiene sus propiedades térmicas, su porosidad, dureza,... pero sin destruirlo. Porque con esas radiografías pueden reconstruirlo.
El proyecto e-Car Additive FOAMs ha sido cofinanciado por el Ministerio de Industria y Turismo a través de la línea de ayudas de apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras, en su convocatoria del 2023, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
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