Las viñas en espaldera tienen varias ventajas: la principal es que se pueden mecanizar tareas como la prepoda o la vendimia. Algo que resulta fundamental ante la falta de mano de obra y la premura con la que se necesita recoger la uva. Pero también hay otros beneficios como el aumento de producción. En espaldera suele haber tres veces más viñedos plantados por hectárea, y el sistema suele ir acompañado de riego. Ambos aspectos facilitan una mayor cantidad de producto.

Por este motivo, son muchos los viticultores que deciden cambiar sus tradicionales viñedos en vaso a espaldera. Se puede hacer aunque el proceso puede tardar al menos dos campañas. Hemos estado con el gerente de la Denominación de Origen Toro. Rubén Gil nos explica cómo se puede hacer esta conversión.

Además, existen ayudas procedentes de los Fondos Europeos para la transformación de viñedos. El plazo de solicitud está abierto hasta el 29 de abril. Estas ayudas cubren gran parte de los cortes de la infraestructura de las espalderas y también una compensación por pérdida de producción durante el proceso de cambio de estructura de la viña.

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