La danza también se puede convertir en un instrumento de inclusión. En la Escuela de Danza de Valladolid dan clases de baile a personas con discapacidad intelectual. Fueron pioneros en Castilla y León en impartir este tipo de formación.

La pasión por el baile es lo que une a las bailarinas de este centro vallisoletano. Raquel padece discapacidad intelectual y asiste a clases de danza cada semana: "Me siento alegre y a gusto. Hacemos mucho compañerismo”, afirma la bailarina.

La escuela de Danza de Valladolid fue la primera de Castilla y León en impartir clases de baile a las personas con discapacidad intelectual. "Llevamos desde el curso 2001. Trabajamos sobre todo el tema de colocación postural, tema de equilibrios, que también le viene bien, cosas que podamos trabajar en la danza y que luego ellos puedan aplicar en su día a día”, declara la profesora Mar González.

Las dos profesoras de danza, Mar y Sonia, apuestan por la inclusión en la escuela. Organizan clases cada semana en las que las personas con discapacidad disfrutan del baile junto al resto de sus compañeras de la academia. Marta y Emma son dos de esas bailarinas. "Para nosotras la verdad que es una dinámica diferente", "hay mucha comunicación, aprendemos mucho de ellos", declaran respectivamente.

En esta escuela de danza permiten que sus alumnos sean capaces de crear sus propios estímulos y de expresarse libremente a través del baile.

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