La setas dan mucho más de sí que su uso culinario, ya importante. Puede ser un importante recurso económico y una fuente de creación de empleo para el medio rural.
En ello trabaja desde hace cinco años la empresa palentina ECM. Surgida en el campus de Palencia de la universidad de Valladolid ha crecido en plena crisis hasta ser capaz de producir hongos para la agricultura y crear su propia fábrica de productos cosméticos y nutricionales.