Los alumnos regresan este lunes a sus pupitres tras las vacaciones de Navidad con algunos cambios sobre cómo se procederá si hay algún contagio. Solo se confinarán todos los alumnos de una misma clase si entre ellos hay al menos cinco positivos de un mismo brote de coronavirus o si el 20 % del aula se infecta en un plazo menor a siete días. Si son menos de esos casos se considerarán esporádicos y no habrá cuarentena general.

En Galicia, el Gobierno autonómico costea test de antígenos en las farmacias para todos los escolares. No se aplica en Castilla y León, aunque en Valladolid el colegio El Puente Azul lleva desde el domingo repartiendo estas pruebas a los padres de sus alumnos. "Este es un test que se llevan y se hace en casa y dándole un aire de absoluta normalidad. Problema, solución y eso al final es lo que nos hace ser proactivos socialmente", explica la directora, Thurit Armbuster Born.

Siguen aplicándose otras medidas como la distancia de seguridad, que en Castilla y León es de un metro y medio entre las mesas de los escolares. Ellos ocupan sus sitios mientras hay cierta incertidumbre sobre cómo va a afectar esta sexta ola a quienes están en la pizarra. Se teme que se produzca un elevado número de bajas por contagios entre los profesores. Hasta el viernes habían comunicado su positivo 60 docentes en Castilla y León y este lunes se conocerá si aumenta esa cifra. La Junta asegura que hay sustitutos suficientes con los 10.000 profesores que hay en las bolsas de trabajo.