El tenista abulense Daniel Rincón sigue en una nube después de proclamarse campeón del US Open Júnior. Pero, hasta llegar aquí, su camino ha estado plagado de obstáculos. Fernando Montero, su primer entrenador en Ávila, y José Luis Corujo, quien le tuvo a sus órdenes después, recuerdan sus inicios. Ambos coinciden en destacar su "buen físico" y su capacidad de "crear jugadas que la mayor parte de los jugadores no podía ni pensar".

Los dos fueron vitales cuando el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat, Barcelona, donde Daniel entrenaba, cerró. Tuvo que volver y fue entonces cuando comenzó el trabajo para recuperar su mejor versión. "Vino muy tocado. No encontraba su lugar en la pista, su derecha estaba destrozada y sufrió muchísimo", recuerda Corujo.

Desde la Rafa Nadal Academy, en la que actualmente estudia y entrena, Rincón recuerda con ellos la final de Nueva York, broche de oro a un torneo en el que hubo algún que otro susto. "A mí casi me da un infarto en semifinales", asegura Montero, quien ya tiene claro que no le queda nada que "enseñarle". Porque el alumno ha superado al maestro y aquel niño que comenzó compaginando baloncesto y tenis es ya el número dos del ránking mundial júnior.