Pablo Parrilla nos enseña los encantos de Noruega, un país perfecto para visitar en primavera y verano. Para llegar hasta allí hay vuelos directos, que duran unas cuatro horas, desde Madrid hasta el aeropuerto de la capital, Oslo. Nuestro agente de viajes nos recuerda que, aunque sea de la Comunidad Económica Europea, no tienen el euro como moneda y utilizan la corona (El cambio de 10,97 coronas noruegas está a un euro). 

Valles, lagos, cascadas, mar, fiordos... naturaleza en estado puro. Iniciamos nuestro recorrido por Oslo y el parque de Vigeland con 250 esculturas en granito, que representan escenas cotidianas de niños y adultos. Además, nos recomienda la zona del puerto como lugar de ocio repleto de restaurantes, cafeterías y con una arquitectura moderna destacable. Esta zona está cerca del Ayuntamiento donde se entregan el Premio Nobel de la Paz. Caminar por la calle principal, Karl Johans, nos permite visitar el Palacio Real, el Parlamento o la Catedral. 

Uno de los principales atractivos de Noruega son sus aguas. En este caso, la parada obligada es en la cascada de Vøringfossen. 

Y no podemos irnos de Noruega sin visitar la capital de los fiordos noruegos, Bergen, donde se encuentran los de Geiranger, patrimonio de la Humanidad.