El leonés Saturnino de la Fuente cumplió en febrero 112 años. Hoy conocemos la historia del hombre más longevo de Europa que está a la espera de saber si el Guinness lo certifica también como el más viejo del mundo.

Su DNI dice que nació el 12 de febrero, pero lo hizo el día 8. Lo que es correcto es el año, 1909. Lo registraron cuatro días más tarde. Era una costumbre habitual para evitar el papeleo si el bebé moría. Comenzó a trabajar con 13 años en una fábrica de calzado y allí estuvo durante 33 años. Al cerrar la empresa, se estableció por su cuenta en Puente Castro, un barrio de la ciudad de León. Fue el barrio que le vio nacer,  en el que fundó un equipo de fútbol que sigue activo y en el que muchos represaliados fueron fusilados. Él no fue a la guerra. No daba la talla, pero sí se intervino su fábrica de calzado para hacer botas para el ejército nacional.

Con el dinero que ganó se hizo la casa en Puente Castro. En ella nacieron sus ocho hijos. Ha perdido tres. La última, hace un año, en la segunda pandemia que ha vivido Saturnino de la Fuente.

En su larga vida, en la que ha visto nacer catorce nietos y veintidós biznietos, ha burlado a la muerte varias veces. La más grave, en 1937 cuando se libró  de perecer bajo los escombros que dejó el accidente de un avión de la Legión Cóndor en la calle La Rúa de León capital.