La Junta de Castilla y León promete ir con todo para que el lobo pueda seguir cazándose al norte del Duero a partir del próximo día 25, fecha en la que el Gobierno central pretendía tener publicada la orden que lo prohibiría. Así lo pone de manifiesto el director general de Política Forestal, José Ángel Arranz: "Nosotros pediremos medidas cautelarísimas para que no llegue a tener efecto su publicación y, en cualquier caso, la recurriremos a la instancia superior que corresponda".

Este es el mismo planteamiento que comparten las organizaciones agrarias y la federación de cazadores si el ministerio no rectifica tras el informe desfavorable que recibió del Consejo de Estado. Desde Asaja Castilla y León, su presidente, Donaciano Dujo, advierte: "Si la ministra, sin razones, lleva la orden el 25 de septiembre al Consejo de Ministros, nos daría una fuerza mucho mayor para llevar al Supremo dicha orden".

También el presidente de la Federación de cazadores de Castilla y León, Santiago Iturmendi advierte: "Si tenemos que ir todos a Madrid a protestar por una medida absolutamente carente de base científica iremos donde haga falta".

El desconcierto entre agricultores y cazadores es absoluto. El Gobierno no informa de los pasos que da tras ese tirón de orejas del Consejo de Estado. La Junta ya planifica la veda, que arranca el día 26, y los colectivos ecologistas confían en que la prohibición seguirá adelante, quizá con retraso. Desde Ecologistas en Acción Carolina Martín da la medida por hecha: "cuando sea oficial que el lobo ya está en el listado, se tendrá que paralizar de manera inmediata su caza".

El Consejo de Estado pide rigor científico y la Junta insiste en que urge un nuevo censo del lobo, ya que el último tiene casi una década. Las manadas alcanzan ya al sur de Castilla y León, Madrid, Extremadura y La Rioja.