José Antonio García lleva más de 95.000 kilómetros a la espalda. En nueve años ha recorrido practicamente todo el mundo. Todo por cumplir una promesa.
Un accidente le dejó importantes secuelas físicas que le impedían caminar. Desde entonces gracias a su tesón y voluntad ha desgastado ya 46 pares de botas. Nueve años de caminar por cuatro continentes en los que ha visitado los grandes santuarios del mundo. Ha aprendido a vivir en libertad con lo imprescindible en la mochila. No va sólo. Con él, el recuerdo y la fuerza que le da cumplir una promesa.