Es nuestro corazón por dentro. Esta válvula hace que la sangre fluya de arriba a abajo. Pero, en algunos casos, se deforma. Y la sangre vuelve hacia arriba.
Se llama prolapso. Le pasa a una de cada 40 personas. Casi siempre es benigno. Pero en casos graves sólo se puede operar.
Estos investigadores acaban de demostrar que la causa de la malformación es genética. Lo que podría prevenir la enfermedad.
El hospital de León ha participado en esta investigación internacional, que pone coto a la principal causa de cirugía cardiaca.