En el pueblo de al lado, esperaba la mujer de José Ángel. Él no dudó un momento y se vino a La Fuente de San Esteban después de haber estado viviendo en Barcelona y Salamanca. Con sus conocimientos en carpintería y la demanda creciente que había en el pueblo, vio la oportunidad de emprender en un negocio de reformas que, poco a poco, ha ido ampliando.