Desde el Museo de la Música de Urueña, Luis Delgado nos enseña el guitarrón chileno. Tiene la peculiaridad de tener 25 cuerdas, siete filas de siete cuerdas, más una más y otras cuatro por encima de la caja (se llaman 'diablitos'). Es una de las evoluciones más sorprendentes que hay en el cono sur americano de los instrumentos barrocos y del renacimiento que se exportan a Europa.
Se utiliza por los payadores, en la comarca del Pirque, que hacen los cantos a lo divino y a lo humano. Con los años ha ido cobrando importancia y los luthiers chilenos han desarrollado el instrumento.
El ejemplar del Museo de la Música está encargado por el intérprete Santitos Rubio y el luthier Puertas que lo construyó. Andrés Bosque, director de teatro, lo cedió al museo.