Todos en Saldaña conocen a Montse de las Heras, una popular vecina siempre presente en la vida cultural, religiosa y festiva de la localidad. Montse es una auténtica defensora del comercio local y de las causas solidarias, y no pierde oportunidad para promocionar su pueblo o echar una mano a Jimena y Darío, dos niños con enfermedades raras en cuya divulgación se ha volcado esta vecina. Montse también visita mucho a los ancianos de la residencia, a los que acompaña y entretiene muchos ratos, y por supuesto siempre tiene hueco para visitar a su amiga Chus, la zapatera del pueblo, o a su amiga Lucía, que tiene una tienda de productos gourmet. Y es, como ellas siempre dicen, Montse se pasa el día en la calle y por eso todos la conocen y la quieren en Saldaña.