Han pasado 10 años desde que Tresbolillo Teatro comenzó a funcionar. Una compañía vallisoletana en la que sus miembros son, literalmente, familia. Padres e hijos ponen su granito de arena para que las funciones salgan adelante porque además de apostar por la tecnología, también quieren que todo lo que esté sobre el escenario haya salido de sus manos. Atrezzo, escenografía, vestuario y hasta los libretos son propios.