La ficción sitúa estos profesionales al frente de sofisticados laboratorios, realizando autopsias y esclareciendo crímenes. En la realidad, su función tiene mucho más que ver con los vivos que con los muertos. Si bien, también realizan autopsias y también trabajan en infraestructuras vanguardistas. Nos hemos ido hasta una de ellas, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Madrid, una de las instalaciones de este campo más modernas y mejor dotadas del país, para conocer su corazón y su pulso, de la mano de su director, el prestigioso doctor Eduardo Andreu.