Salomé y Fernando son dos artistas que se encontraron en Bogotá. Su pasión por la música, el arte y la innovación les llevó a tomar una decisión importante; volver al pueblo de Fernando y reconstruir el antiguo molino familiar. Aquí han creado un espacio único, experimental y con mucho ritmo, que le dan al pueblo un aire innovador. Entramos en Molinolab.