LEÓN

Castrillo de los Polvazares

Castrillo de los Polvazares es uno de los pueblos más hermosos de la comarca leonesa de la Maragatería. Un pueblo de casas de piedra, varias de ellas blasonadas, propias de tres familias Hidalgas que fue declarado conjunto histórico artístico y que conserva íntegra su arquitectura popular. La piedra y arcilla roja de sus fachadas contrasta con los vivos colores de los portones y ventanas: azules, verdes y blancos. Tonos que descubren un pasado arriero a los turistas que atraviesan la calle Real, columna vertebral de la villa.

Está considerado como el ejemplo más bello de la arquitectura popular de toda la comarca de Maragatería. Una comarca muy relacionada con el gremio de los arrieros siendo Castrillo durante mucho tiempo el pueblo maragato donde residieron los más importantes arrieros cuyas grandes fortunas fueron fruto del transporte y tráfico de mercancías, granos, pescados, aceites, vinos y dinero desde los puertos del Norte, a León, Castilla, Madrid y viceversa.

Una vez más el propio oficio de las gentes ha construido en Castrillo de los Polvazares, y en buena parte de los pueblos vecinos, un conjunto arquitectónico reflejo de su vida. Así, todas las casas, de piedra, barro rojo, teja y paja tienen grandes portalones en forma de arco y rectangulares junto a la puerta de acceso a la vivienda. Estos portones tenían la función de permitir el paso de los carruajes a patios interiores y paneras donde se guardaban los diferentes granos. 

Lo mismo ocurre con las calles, anchas y empedradas. La amplitud responde también a la necesidad de que circularan los carros. El empedrado evitaba que sobre la tierra se hicieran surcos que dificultaran el paso de los carros y animales. 

Estas pinceladas arquitectónicas se conservan hoy íntegramente a la perfección y hacen que Castrillo de los Polvazares sea uno de los pueblos españoles mejor conservados y que mayor número de turistas recibe.