El Arcón sale al alfoz en busca de la huella del pasado. Aquella que nos habla de linares, de ruecas, de hilanderas y del cultivo de lino que permitieron a nuestros ascendientes tejer paños para prendas y mantas. Una tela de lino que utilizaron nuestros abuelos. Una historia que David, un joven biólogo segoviano, nos cuenta en su museo de Cabanillas, uno de los pocos lugares que nos hablan del cultivo del lino y los linares. En el mismo pueblo de Cabanillas, entraremos en un complejo hostelero que, lejos de ocultar su origen, lo propaga contándonos la historia del esquileo que un día formó parte de las tenadas, apriscos y de los edificios. La joven Teresa nos abre las puertas de la familia. Una valiosa aportación que hace su rancho de esquileo, ejemplo de etnografía segoviana. En el corazón de la ciudad de Segovia se encuentra el Museo Provincial. Históricamente, estos espacios museísticos tenían un marcado acento histórico y arqueológico.