VALLADOLID | hasta el 3 de abril

'Nazarenus. Símbolo, iconografía y arte del Viacrucis' en la Sala de Exposiciones del Teatro Calderón

Reúne 40 piezas procedentes de cofradías, parroquias, monasterios y museos de Valladolid

Ical

La Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón de Valladolid reúne, hasta el próximo 3 de abril, cerca de medio centenar de obras (esculturas, pinturas, textil y papel) procedentes de cofradías, parroquias, monasterios y museos de Valladolid en la muestra 'Nazarenus. Símbolo, iconografía y arte del Viacrucis', organizada por la Junta de Cofradías de Semana Santa y el Ayuntamiento de Valladolid.

El Viacrucis o Camino de la Cruz refiere las diferentes etapas y momentos vividos por Jesucristo desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. Se representa con una serie de imágenes de la Pasión o 'Estaciones', en total catorce, que son las comúnmente representadas aunque existen por extensión otras no tan conocidas.

La muestra se estructura en cinco apartados. El primero es el origen del Via Crucis (Via Christi) surge en Jerusalén a partir de la Via Dolorosa que realizaban los peregrinos en los primeros tiempos. Ese recorrido incluía también los otros escenarios de la Pasión y Resurrección, desde Getsemaní al Gólgota y el Santo Sepulcro. En el arte ha pervivido esta visión animada con la literatura devota de Tierra Santa.

El segundo bloque alude a la iconografía antes y después del Camino del Calvario, que tiene en el relato de A.C. Emmerich un gran simbolismo asociado a la Pasión de Cristo: el beso de Judas, el paso del torrente Cedrón, la cárcel, el juicio y el Pretorio de Pilatos, el Ecce Homo y el Nazareno abrazado a la Cruz. A fines del siglo XV proveniente del mundo germano-flamenco se extiende esta iconografía que tiene en Valladolid muestras singulares.

En tercer lugar, el momento cumbre del Calvario (Rex Nazarenus) tiene su representación más llamativa en obras señeras de escultura y pintura del Renacimiento al Barroco (crucificados como el del Escobar, Yacentes al estilo de Fernández, Piedades de Morales o Alejo de Vahía, el Cristo Resucitado de Rincón…)

El cuarto bloque alude a la devoción popular y la vivencia del Via Crucis en la ciudad, que se manifiesta en los sacromontes conventuales y en las cofradías penitenciales a través del arte de la miniatura (cajas de pasos, maquetas, grabados y fotografías) y vestidos como el del Nazareno de la Borriquilla y el Niño Jesús de Pasión.

Por último la interpretación moderna de artistas contemporáneos como Santiago Bellido o David Toledano, que aportan su particular visión del tema en dibujos o grabados de magnífica corrección, así como la valiosa aportación de Teresa Peña y Manuel Alcorlo, obra pictórica de un cromatismo contenido y magníficamente entonado, que complementa las visiones del Viacrucis constituyendo una verdadera obra maestra proveniente de los Jesuítas de Villagarcía de Campos (Valladolid).