SUCESOS | VALLADOLID

Un veterinario imputado por el cementerio ilegal de perros en Herrera de Duero, Valladolid

  • Cobraba a sus clientes por la incineración y enterraba los cadáveres en un pinar.
  • La protectora 'Scooby' denunció la aparición de los restos de los animales en abril.

Ical

El misterio que se escondía detrás el cementerio ilegal de perros en el pinar de Herrera de Duero ya tiene un veterinario imputado por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Valladolid (Seprona). Se le acusa de un delito continuado de estafa a varios propietarios de perros que llevaron a las mascotas a sacrificar a su clínica.

El veterinario presuntamente expedía el correspondiente certificado para los dueños por la incineración de los canes que no llegaba a realizar pero que sí que cobraba. Ahí está la estafa. Enterraba los cadáveres en un pinar entre las localidades de Tudela de Duero y Herrera de Duero, donde fueron localizados los restos de doce perros, según informó el instituto armado.

De este modo, se esclarece este enterramiento ilegal en esta zona de la provincia, tras cuatro meses de investigación, las cuales comenzaron a raíz de una denuncia interpuesta a finales del mes de abril por la sociedad protectora de animales 'Scooby', por la aparición de este cementerio ilegal de perros en el pinar.

Pese a la dificultad de las gestiones, al tratarse de restos de canes carentes de microchip y en un avanzado estado de descomposición, finalmente se llegó al conocimiento de que un veterinario de la provincia de Valladolid era el que cometía este delito que viola la Ley de Protección de los animales de compañía en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.

Esta norma dispone que en caso de sacrificio serán los veterinarios en ejercicio, tanto de la Administración pública y las clínicas, consultorios y hospitales veterinarios, quienes deberán llevar un archivo con la ficha clínica de cada animal objeto de sacrificio.

Asimismo, prohíbe terminantemente, por razones sanitarias y medioambientales, abandonar animales muertos o moribundos, arrojarlos a estercoleros, ríos, pozos, carreteras, cañadas y cualquier otro lugar.

Al tratarse de unos hechos repetidos en un corto espacio de tiempo, en el que cobraba una cantidad por un servicio que no prestaba y engañaba a los propietarios de los animales, se procedió a la imputación de esta persona por un delito continuado de estafa.

Al mismo tiempo, fueron formuladas cinco denuncias a la Ley de Sanidad Animal, a la de Animales de Compañía y a la de Protección Ambiental, todas ellas de ámbito autonómico, por el transporte y el abandono de los cadáveres de los animales.

Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción de Guardia de Valladolid y las denuncias en materia administrativa, remitidas a la Junta de Castilla y León.