ECONOMIA

Mejor dar un bono a los más vulnerables que topar el gas para abaratar la energía, según el expresidente de la Comisión de Expertos de Transición Energética

Jorge Sanz Oliva ha ofrecido una conferencia en la Fundación Schola. Asegura que topar el precio no es la solución a la coyuntura que atravesamos.

Lidia Corral

El decreto para topar el precio del gas sigue sin tener fecha. La ministra Ribera aseguraba hace unos días que se aprobaría en el siguiente Consejo de Ministros, pero esto ahora parece que tampoco será posible. Hemos hablado con el que fuera presidente de la Comisión de Expertos para la Transición Energética en el primer mandato de Sánchez, que ha ofrecido una conferencia en la Fundación Schola. Asegura que no es la solución a la coyuntura que atravesamos.

La denominada peculiaridad ibérica suscita las dudas de algunos expertos que en otros momentos han colaborado con el Gobierno. El tope al precio del gas podría ser más un problema que una soluciona porque "abarata artificialmente el precio y es perjudicial porque solo beneficia a los que compran energía en el pool", asegura tajante Jorge Sanz Oliva, expresidente de la Comisión de Expertos de Transición Energética. En una conferencia de la Fundación Schola, Sanz ha criticado que además otros países se aprovecharán de la rebaja: "es probable que los consumidores franceses, portugueses o marroquíes vengan a comprar energía subvencionada por españoles y eso supondría una transferencia de renta". Entre los planes europeos no caben aranceles. La propuesta de la Comisión Europea es vía subvenciones directas: no adulterar precio, concentrar esfuerzos en los vulnerables y no abaratar la energía, sino dar un cheque para afrontar crisis y pagar facturas.

Aunque el precio de la energía podría estar en su pico "Esto es anecdótico, es coyuntural. Los analistas calculan que en dos años los precios volverán a estar a 60€ kilovatio hora.. y bajando gracias a las renovables", asegura Sanz Oliva. Y aunque la energía es limitada y la dependencia alta, la transición para abandonar el carbón era el camino: "En ese momento la mejor opción era sustituir carbón por gas porque era barato y el carbón contaminaba. Ahora no se puede ir hacia atrás, y lo que hay que hacer es sustituir gas por energías renovables", afirma. Y en la coyuntura actual, pone sobre la mesa alargar la vida útil de las centrales nucleares, pero no construir nuevas.

 

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