El Palacio de La Salina en Salamanca, acoge desde este jueves y hasta el próximo 15 de enero, la primera exposición antológica del artista Fernando Mayoral, que reúne cerca de una veintena de esculturas y alrededor de 50 pinturas, fruto de su trabajo a lo largo de casi 70 años de creación.

Según explicó el comisario, Ricardo López, se trata de una muestra muy "especial" que recorre todas las épocas del escultor, ya que han incluido un cuadro que pintó cuando tenía 16 años.

López recordó que Mayoral es el autor de cinco medallones de la Plaza Mayor y de numerosas esculturas que adornan la ciudad, pero muchos de los visitantes no se fijan en su autoría, por lo que opinó que con esta exposición se hace "un acto de justicia" con el autor y los visitantes podrán reconocer estos trabajos.

Además, indicó que la parte dedicada a la pintura es "la gran sorpresa" de la muestra, por ser su faceta menos conocida y gracias a la misma se puede afirmar que "su pintura es la de un escultor que pinta", porque valora fundamentalmente las formas y recalcó que sus esculturas son "las de un pintor que esculpe", por el protagonismo que adquieren en sus trabajos las siluetas.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, apuntó que a través de esta cita cultural, se recoge "toda una vida jalonada de creatividad y de fuerza", la de un autor que destacó forma parte de la vida cotidiana de los salmantinos, por la importante presencia de sus obras en la ciudad.

En su trabajo, explicó, siempre ha tenido "un lugar destacado" Salamanca, sus paisajes y gentes, por su condición de "salmantino de adopción", ya que Mayoral lleva en la ciudad desde los 16 años.

Por su parte, el artista confesó que le hubiera gustado reunir "mucho más" de su obra, por considerar ésta una oportunidad para mostrar su trabajo sincero, debido a que confesó no se ha guiado por las modas a lo largo de su trayectoria, sino que simplemente ha hecho lo que sabe hacer. Mayoral, reconoció que siempre quiso ser escultor y que ya en sus inicios fue "un inquieto estudiante de Bellas Artes", motivo por el que es uno de los escultores más prolíficos de la provincia.

El autor reconoció que "el placer" de colocar sus dedos sobre la materia, bien sea para la creación de una escultura o de una pintura, "no se paga con nada" y se mostró muy satisfecho con el montaje de esta exposición antológica, tanto por la selección del material, como por la situación cronológica del mismo.