¡Cuál gritan esos malditos! ¡Pero mal rayo me parta si, en concluyendo la carta, no pagan caros sus gritos!...primeros versos de una obra que desde 1844 están presentes en la noche de Todos Los Santos.

Inspirado en la obra de Tirso de Molina, El burlador de Sevilla, el dramaturgo José de Zorrilla hiló con versos las hazañas de un Don Juan rompe corazones; sin alma y sin vergüenza, galante, seductor y galán donde los haya.

'Por donde quiera que fui, la razón atropellé, la virtud escarnecí, a la justicia burlé y a las mujeres vendí'.

'Amigos del teatro', rinde de nuevo homenaje al Tenorio con una producción totalmente vallisoletana donde su interpretación no es fácil. No todos los profesionales pueden transmitir la ternura o emoción que vive oculta en el manuscrito de la obra.

Desde la inteligente Brígida pasando por el despechado Don Gonzalo, temeroso de las artimañas de Don Juan para enamorar a su hija Doña Inés, dulce e inocente novicia.

Callad por Dios, ¡Oh, don Juan! que no podré resistir mucho tiempo sin morir tan nunca sentido afán.

Drama religioso donde el amor y los sentimientos acaban en sepultura...Mañana a los sevillanos aterrará al creer que a manos de mis víctimas caí. Mas es justo: quede aquí al universo notorio que, pues me abre el purgatorio un punto de penitencia, es el Dios de la clemenci el Dios de Don Juan Tenorio.

Sin duda una de la mayores satisfaciones teatrales del escritor, inmortal obra de nuestro querido José de Zorrilla.

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