Más de 41 millones de viajeros han utilizado el tren en los primeros diez años desde el inicio del servicio de la línea de alta velocidad Madrid-Segovia-Valladolid, un hito que se ha saldado con unos índices de fiabilidad y calidad que han permitido a los trenes Ave, Alvia y Avant alcanzar una puntualidad media superior al 99 por ciento, según informó hoy el Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en un comunicado.
La construcción de esta línea supuso, en su momento, rebajar todos los tiempos de viaje entre el norte peninsular (y especialmente Valladolid y Segovia) con el centro (Madrid) y el este de la península en una hora y media, lo que para Adif representó una “verdadera revolución”, que benefició especialmente a los viajes entre Valladolid y Segovia con Madrid.
La nueva infraestructura, que se inauguró el 22 de diciembre de 2007 e inició el servicio comercial un día después, conecta dichas ciudades mediante una línea de doble vía en ancho estándar o UIC (1.435 milímetros).
Entre las principales ventajas destacan la disminución de la distancia de recorrido entre Madrid y Valladolid en 68,5 kilómetros, pasando de los 248 a 179,5 kilómetros. También se redujo el tiempo de viaje en aproximadamente 90 minutos, de forma que el viaje de Madrid a Segovia dura apenas 30 minutos mientras que el trayecto a Valladolid se realiza en 55 minutos.
De todos los viajes realizados en esta línea, más de 26,5 corresponden a servicios comerciales de Renfe (AVE, Alvia, AV City) y otros 14,5 millones se realizaron en Avant, la alta velocidad de media distancia, que son utilizados por viajeros “recurrentes” que se benefician de abonos de transporte que les permiten realizar ese viaje por un precio muy competitivo. Estos viajeros, además, pueden ir y volver en el día, lo que convierte al Avant Madrid-Segovia-Valladolid en un tren que podría considerarse “cercanías de alta velocidad”.
El Avant Madrid-Segovia-Valladolid ha crecido a lo largo de estos años de forma exponencial. De hecho, Renfe espera que cierre el ejercicio de 2017 con un crecimiento del seis por ciento anual y que supere por primera vez los dos millones de viajeros este año.
AVE, Avant y Alvia
La estación de Campo Grande registra cada día el paso de más de 50 servicios de trenes AVE (de alta velocidad para larga distancia y ancho estándar), Avant (de alta velocidad para media distancia) y Alvia (de alta velocidad y rodadura desplazable que les permite circular por vías de ancho estándar y vías convencionales).
El trayecto ferroviario Madrid-Valladolid suponía invertir, antes de la puesta en marcha de la línea, dos horas y media (150 minutos), mientras que el tiempo de viaje actual se sitúa en torno a los 60 minutos de media, llegando incluso a realizarse en 54 minutos.
El perfil del cliente de este servicio es el de un hombre (52,4 por ciento) de más de 37 años de edad, asalariado y que es un viajero muy frecuente. Lo utiliza en sus desplazamientos para ir a su trabajo y lo elige por su rapidez. Según la última encuesta de calidad, los clientes dan una nota de 7,8 sobre diez a este servicio Avant. El 93,4 por ciento de los usuarios dice estar “muy” o “bastante” satisfechos. Mientras que el tipo de billete más utilizado es el de Ida y Vuelta, seguido de los Abonos (Abono Tarjeta Plus, Plus 10 y Plus Estudiante).
Esfuerzo inversor
La línea de alta velocidad Madrid-Segovia-Valladolid forma parte del Nuevo Acceso Ferroviario al Norte y Noroeste de España, y en su construcción se invirtieron 4.205 millones de euros, inversión integrada en el marco del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT), elaborado por el Ministerio de Fomento para el periodo 2005-2020.
Asimismo, forma parte del Eje Atlántico Ferroviario Europeo y es considerada por la Unión Europea (UE) como uno de los 14 proyectos prioritarios en materia de transporte para los próximos años.
En este capítulo de inversiones hay que resaltar que Adif destinó el 12 por ciento del presupuesto total a garantizar la integración ambiental de la línea, asegurando el cumplimiento de las Declaraciones de Impacto Ambiental y realizando mejoras adicionales en el entorno de forma voluntaria.
La línea de alta velocidad fue cofinanciada por el Fondo de Cohesión con una ayuda de 1.731 millones de euros y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) con una ayuda de 261 millones. La UE también ha concedido ayudas procedentes de Fondos RTE-T (Redes Transeuropeas de Transporte) por importe de 21 millones.