Las estaciones de tren y autobús de Castilla y León son protagonistas en el inicio del puente de la Constitución, aunque no todos los viajes son por placer.

Algunos desplazamientos responden a motivos laborales. "De Murcia a trabajar, y luego en coche hasta Bilbao", explica un viajero. Un trayecto de Murcia a Valladolid puede durar cuatro horas exactas, un viaje que no es precisamente corto.

Pero también hay reencuentros y visitas familiares. "Voy a ver a los hermanos de mi mujer, a mis cuñados", comenta otro pasajero. Desde Burgos hasta Alicante, para ver a la familia después de tiempo sin verse. O viajes de placer, no exentos de valentía invernal: "Voy a Zamora ahora, voy a andar, voy a hacer la Vía de la Plata un rato".

En las estaciones de autobús, el ritmo es más tranquilo. Los viajes son cortos y el destino es claro: ver a la familia. "Me voy a mi pueblo, Santa Cruz de Boedo", dice una viajera. Otra se dirige a Águilucho, a casa de sus padres. Desde Cuéllar hasta Salamanca para ver a una hija que estudia Psicología. Y desde Cáceres, alguien aprovecha para escaparse un poco.

Tampoco faltan los estudiantes internacionales. "Somos de Erasmus y ahora vamos a Madrid a disfrutar un poco. Por Navidad volvemos a Italia", explican dos jóvenes. Los festivales del pueblo también tienen su hueco: "Me voy a Serradilla del Arroyo, tenemos el Certifesti, que es cuando los chavales del pueblo cumplimos 30 y nos juntamos todos a celebrarlo".

E incluso hay turistas internacionales. "Vengo de Estados Unidos viajando por aquí, haciendo el Camino de Santiago. Me encanta España y espero que tengan un feliz día de fiestas", comenta una mujer. Eso es, precisamente, lo que todos los viajeros esperan en este puente de diciembre.