En los mostradores de las pescaderías no falta género, por ahora no hay problemas de abastecimiento. Este martes, Eutiquio ha comprado rodaballo, lubina, lenguados, merluza y también pescados que vienen de otros países.

Según la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescado y Productos Congelados, se estima que ha llegado a las lonjas y mercados de todo el país el 70 % de la cantidad de producto que suele ser habitual.

Sí que falta variedad, como los pescados de bajura porque "están amarrados" y "se está notando mucho", explicaba Eliseo, propietario de la pescadería La Madrileña. También han faltado almejas, ostras que viene de Cambados (Pontevedra)." No se atreven porque valen mucho y no se atreven a traerlo en un camión y que te lo dejen por ahí tirado", comentaba Eutiquio González, Gerente de la Pescadería Arenal.

Los que se lo pueden permitir, se desplazan hasta la costa para asegurarse de tener el producto, como Hugo Del Rey, encargado de la pescadería de La Alondra en el Mercado del Val de Valladolid, que han tenido que ir al Puerto de Santa María, a Burela, a Pasajes. "Nuestros propios repartidores han ido a buscar el producto". Además, son ellos quienes están asumiendo los costes de su "propio transporte".

Las grandes superficies también esquivan las consecuencias del paro porque cuentan con su propia cadena de distribución. "Eliminamos de la cadena posibles intermediaciones directamente de nuestra propia lonja, somos asentadores a los centros comerciales", explicaba José Antonio Lobato, director de comunicación de El Corte Inglés en Castilla y León.

La logística condiciona lo que cada comercio puede sacar a la venta. Los productos frescos van al día; ahora más que nunca.

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