Muy pocos conocen su ubicación exacta, pero la mezcla de olores es perceptible al otro lado de la puerta. En el interior de este almacén se esconden hoy en día 200 kilos de droga, el 80% de ella hachís y cannabis.
Las penas contra el tráfico de droga no sólo varían en función de la cantidad, sino de la pureza de las sustancias estupefacientes. Analizarlas es el trabajo de 5 personas en el interior de este laboratorio. El año pasado se examinaron 22.000 muestras, droga generalmente adulterada.
De los 18.000 expedientes que se abrieron el año pasado 700 eran judiciales, el resto por consumo propio, porque el 95% de la droga que se custodia es procedente del menudeo. Hasta que el juez no da la orden la droga no se destruye, el año pasado la policía nacional se deshizo de 600 kilos.
Solo dos personas tienen las llaves de acceso, sin una de ellas la puerta no abre. Es sin duda uno de los secretos mejor guardados.