A principios de 2009 la empresa de puertas 'Jher' cesaba su actividad en la localidad vallisoletana de Íscar, dejando en la calle a sus 70 empleados. Una decena de ellos trabajan actualmente en el proyecto de un empresario que intenta reflotar la actividad de la fábrica y para lo que ya ha invertido cerca de 600.000 euros. Unas inversiones que podrían perderse si los bancos continúan negándole el crédito necesario para seguir adelante.

Tras más de año y medio en silencio, estas naves han vuelto a escuchar de nuevo el sonido de las máquinas. La empresa centenaria que fabricaba aquí sus puertas sigue siendo historia, pero este empresario ha logrado recuperar parte de su producción. Lo que de momento no ha conseguido es el crédito necesario para garantizar su futuro.

A pesar del acuerdo con los administradores de la antigua fábrica, ninguna entidad financiera ha dado el visto bueno a su proyecto, lo que significa no poder competir en la subasta de la maquinaria que tendrá lugar a principios de julio.

Negativas constantes a pesar de que ya tienen pedidos de toda España y su decena de empleados, son capaces de fabricar 300 puertas diarias. Falta para ello el apoyo de los bancos que otorgue viabilidad futura al proyecto.