Lorca ha sufrido esta madrugada dos réplicas del terremoto de hasta 2,4 grados en la escala de Ritcher que han sembrado el miedo entre los vecinos. Más de 2.000 vecinos han pasado su tercera noche a la intemperie. Los que han vuelto a sus casas, no han pegado ojo asustados por las nuevas réplicas. Muchos han recogido las pertenencias que se han salvado, han hecho las maletas y se han trasladado a casas de familiares y amigos.

El problema es que unos 13.000 inmigrantes, casi el 80% de las personas que continúan en los campamentos, no tienen donde ir. Este sábado hacían cola para asearse y recibir alimentos.

Según las inspecciones realizadas hasta el momento, casi la mitad de los afectados pueden regresar a sus casas. El 40% puede entrar pero no quedarse a vivir hasta que se lleven a cabo labores de rehabilitación y unas 7.500 personas tienen terminantemente prohibido acercarse a sus viviendas. El problema afecta sobretodo a los barrios más populares poblados mayoritariamente por inmigrantes.

Las medidas urgentes aprobadas por el Consejo de Ministros para repara los cuantiosos daños han entrado en vigor este sábado, y en los próximos días el gobierno firmará con las autoridades autonómicas un convenio para la reconstrucción de Lorca.