Cada semana, desde hace 6 años, Rocío Molpeceres tiene una sesión con su logopeda. Puede hablar y expresar su voluntad, por eso le molesta que no la escuchen a ella directamente. A menudo la infantilizan. Cuando va de compras, por ejemplo, se dirigen a su acompañante y no a ella, pero Rocío no duda en decirles "No, perdona. Que estoy aquí y la que me voy a vestir voy a ser yo, con lo cual enseñármelo a mí".

Lucía Puerto tiene 18 años y está estudiando en segundo de bachillerato. Ella también ha sufrido discriminación en algún momento de su vida, uno de ellos cuando fue de excursión con sus compañeros de clase. "La profesora no se dio cuenta de que no estaba adaptado donde íbamos y me tuve que quedar con la asistente en el autobús a esperar a que terminar porque no podía bajar".

Ahora quiere estudiar administración y finanzas, pero ve como su sueño se puede ver truncado por la falta de accesibilidad a los centros educativos. Los institutos que cuentan con esa formación no tienen un asistente que la puedan ayudar ni están accesibles.

Necesitan apoyos, pero tienen derecho a una vida independiente.  "Tenemos que ser protagonistas de nuestras vidas", reclama Rocío.

Tres de cada cuatro personas con parálisis cerebral ha vivido alguna situación de discriminación a lo largo de su vida, según un estudio elaborado por Confederación ASPACE. Casi la mitad de ellas, el 46,5% son mujeres, prácticamente el doble que sus compañeros hombres, discriminados en un 29,5% de los casos.

Para realizar el estudio 'Percepción social de la discriminación de las personas con parálisis cerebral', han encuestado a 406 personas con parálisis cerebral, 256 profesionales y 404 familiares.