Aunque pueden parecer aguas calmadas y tranquilas, bajo ellas una especie invasora amenaza la fauna del río Duero. Se trata del Siluro. Este pez, muy codiciado en la pesca deportiva en otros países se introdujo en el embalse de Mequinenza y se extendió por gran parte del rio Ebro generando un serio problema ecológico. Ahora en Soria los pescadores piensan que podrá suceder lo mismo que en Aragón.
Su exterminio en los embalses es imposible pero aun se podría poner solución en el cauce del rio.
En otras Comunidades como Cataluña y Navarra las normas de pesca obligan al sacrificio de los ejemplares capturados.