El sector porcino de Castilla y León está reforzando sus medidas de prevención ante el brote de peste porcina africana detectado en la provincia de Barcelona. Aunque en la Comunidad no se ha registrado ningún caso, tanto los ganaderos como la Junta trabajan de forma coordinada para evitar que la enfermedad, que solo afecta a jabalíes y ganado porcino, llegue al territorio.
España erradicó la peste porcina africana en 1995 y durante 30 años ha estado libre de esta enfermedad. Todos los casos actuales, más de diez, se han registrado en Barcelona y afectan exclusivamente a animales silvestres. Lo primero que hay que resaltar es que la peste porcina africana no tiene ningún impacto en la salud humana y no se transmite por el consumo de carne.
El sector porcino español, unido a la industria cárnica, genera un valor de 27.000 millones de euros anuales, de los cuales 9.000 millones provienen de las exportaciones. España es el tercer país más importante del mundo en este sector, solo por detrás de Estados Unidos y China.
"Por parte de la Junta de Castilla y León se está dando transparencia y comunicando tranquilidad a la ciudadanía. Esta enfermedad no afecta a la carne para el consumo. El ciudadano tiene que estar tranquilo porque solo se transmite entre jabalíes y ganado porcino", explican desde el sector.
Esta misma semana, Castilla y León ha puesto en marcha un comité de expertos en el que están representadas 15 entidades vinculadas al sector porcino. El objetivo es trabajar de forma preventiva y coordinada.
Los ganaderos castellanos y leoneses destacan que llevan décadas aplicando medidas de prevención. "Llevamos 31 años sin peste porcina africana. En esos años hemos aprendido mucho en un sector que ha crecido. La experiencia de la crisis en su momento nos hizo tomar muchas medidas de seguridad e invertir en nuestras granjas para que esto no volviera a pasar", aseguran.
España es el único país de la Unión Europea que cuenta con un real decreto que establece la obligación de aplicar medidas de bioseguridad en las granjas porcinas. Entre las medidas clave se encuentran el vallado perimetral para defenderse de la fauna silvestre, vestuario y duchas obligatorias para acceder a las instalaciones, vado sanitario y arco de limpieza para vehículos, y mallas pajareras en todas las ventanas. "Nuestro objetivo es defender y trabajar por la sanidad de nuestros animales para protegerlos", explican desde el sector.
Desde la Consejería se está estudiando un protocolo para controlar la población de jabalíes a través de la caza, como medida complementaria de prevención.
El sector del porcino en Castilla y León está altamente profesionalizado. El control que se ejerce en los movimientos de las instalaciones está milimetrado y los ganaderos llevan años mejorando sus granjas e invirtiendo en seguridad sanitaria.
Aunque la situación está generando una afectación económica al sector, con descensos en los precios debido a la ralentización de algunas exportaciones, los ganaderos piden colaboración. Si los precios bajan en origen, solicitan que el consumidor encuentre estos productos más accesibles en los supermercados, de forma que el consumo interno ayude a compensar las dificultades en los mercados exteriores.
El mensaje del sector es claro: profesionalidad, prevención y transparencia para superar esta situación sanitaria que, por el momento, no afecta a la cabaña ganadera de Castilla y León.