Faltan una horas para levantar el telón e Inda, técnico de iluminación, ultima su trabajo. En el último año ha perdido el 70% de los espectáculos en los que habitualmente trabajaba, aún así, se considera un afortunado. Le han devuelto la cuota de autónomos y ha recibido una ayuda de 600 euros. Otros compañeros no han tenido tanta suerte. 

Detrás de cada espectáculo hay decenas de personas que sufren las consecuencias de los cierres y cancelaciones: "Me llegan mensajes de compañías y productoras que venden escenografías, vestuarios... hasta las furgonetas", destaca Inda. Señala que no quieren ayudas, quieren programación para poder seguir levantando con seguridad el telón.