La ciencia se acerca a los niños en Burgos. Porque lo que ellos estudian en clase no tiene por qué ser ni aburrido, ni algo que ellos no utilicen en su día a día. 

La estación en Burgos, se ha convertido este verano en un escenario científico. Un espacio que ofrece a los niños diferentes talleres para acercarles la ciencia y la tecnología de forma lúdica. Por unas horas los más pequeños se convierten en detectives o exploradores de su propia historia.

¿Dónde está el ladrón de la locomotora dorada de La estación? Es el misterio que tienen que resolver los participantes de este juego. Lo hacen a través de pistas que desarrollan en las propias actividades donde la protagonista es la ciencia. "Tienen que ir marcando las pistas que acusan a los sospechosos", unas pistas con las que se toparán a medida que vayan desarrollando las actividades marcadas por la organización. 

Los monitores de esta iniciativa captan el interés de los alumnos con la intriga. Experimentos científicos que realizan incluso en un laboratorio criminalístico.

Son los talleres que este centro científico y tecnológico lleva desarrollando desde hace tres años, para que los niños de entre 3 y 12 años pasen un verano diferente con el objetivo de sumergir el conocimiento investigador desde edades tempranas

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