El embalse de Riaño se empezó a construir hace más 30 años y su objetivo principal (transformar tierras de secano en regadío), comienza a ver la luz hoy gracias a una inversión de 320 millones de euros. Y a la firma entre la Comunidad de Regantes y la Sociedad Estatal Acuanorte para la explotación del nuevo sistema de regadíos.
Una obra faraónica que parte del propio pantano y que canaliza el agua de los ríos Esla y Cea hasta abarcar 40.000 hectáreas, aunque de momento solo comprende 6.500. Los agricultores cultivarán maíz, remolacha o alfalfa en vez de trigo o cebada, y lo mejor de todo sin desperdiciar agua.
Más fácil porque podrán activar el riego incluso con el móvil. Son mejoras para un sector en horas bajas y que beneficiará a toda la comarca.
Pero el trabajo no termina aquí, ahora es turno de la administración regional, que deberá hacerse cargo de encauzar el agua a través de canales y acequias para llegar al resto de las parcelas.