Efe / Salamanca
El Betis ganó al Salamanca, en un partido que comenzó de forma brillante para los sevillanos y que a punto estuvo de acabar en tragedia, por el desvanecimiento, en el minuto 57 del centrocampista salmantino Miguel García.
Cuando el partido se encontraba en el momento más plácido, con dos goles a favor, con un Salamanca que quería y no podía, llegó el desmayo del jugador Miguel García que "rompió" definitivamente el encuentro.
Además, en el minuto 86, Emaná dio la puntilla al Salamanca, con el tercer gol, que hizo que la afición salmantina comenzara a abandonar el estadio Helmántico.
La primera parte fue de un dominio casi absoluto por parte del Betis, a excepción de los diez primeros minutos del encuentro que el balón lo dirigía el Salamanca.
Los béticos sabían que los salmantinos, sin el control del juego, no son peligrosos, por lo que desde el inicio del encuentro buscaron el balón.
Y lo lograron a partir del minuto 12, cuando el Betis se hizo el dueño del encuentro, con llegadas peligrosas, con el manejo del balón en un centro del campo dominado, sobre todo, por el ex salmantino Salva Sevilla, Emaná y Beñat.
Además de ello, el Salamanca, como le ocurrió en el último partido en el estadio Helmántico ante el Granada, tuvo uno minutos de total descontrol, el 23, que lo aprovechó el Betis para meter dos goles, a cargo de Rubén Castro y Emaná y para forzar un posible penalti, en el 31.
En el último cuarto de hora de esta primera parte, el Salamanca quiso volver a manejar el partido, pero sus intentos de llegadas al área contraria se difuminaban, mientras que el Betis hacía lo contrario y cada vez que se acercaba al área de Biel Ribas llevaba peligro.
La segunda parte sólo tuvo un protagonista, en el aspecto más negativo y triste de la jornada, cuando en el minuto 57 se desvaneció Miguel García, por motivos que por el momento se desconocen.
Los llantos y los gestos de lamento por parte de los jugadores salmantinos y béticos en el propio césped hicieron temer lo peor, aunque el centrocampista salmantino fue trasladado al Hospital Clínico de Salamanca tras recuperar el conocimiento.
Desde el minuto 62, cuando se reanudó el partido, todo cambió, porque al Salamanca se le notó que se había ausentado del encuentro y el Betis jugaba solo en el centro del campo, a excepción del minuto 86, cuando Emaná logró el tercer gol.