'La vida es sueño'

Que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son...

  • Las entradas para ver la obra en el teatro Calderón de Valladolid están agotadas

Ical | César Combarros

"¿Qué es la vida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción; / y el mayor bien es pequeño; / que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son”. Es palabra de Calderón, por boca del inolvidable Segismundo en "La vida es sueño", un personaje superlativo del teatro del Siglo de Oro español que ahora se reencarna gracias a la magia del teatro en el cuerpo y el alma de la actriz Blanca Portillo en un montaje dirigido por la salmantina Helena Pimenta que la Compañía Nacional de Teatro Clásico representa desde hoy hasta el domingo en el Teatro Calderón de Valladolid, con las entradas agotadas.

La directora de escena, que lleva al frente de la CNTC desde septiembre de 2011 y que selló un compromiso de al menos un lustro, explicó que el texto original de Calderón “es complicadísimo, y ha nuclearizado muchos esfuerzos del equipo técnico y artístico hasta convertirse en un auténtico placer” para cuantos se han volcado en la representación. “En "La vida es sueño", Calderón nos hace viajar por la condición terrible y hermosa del ser humano, a través de las constantes contradicciones de los personajes”, destacó.

Según comentó, la decisión de arrancar su aventura personal con la compañía de la mano de "La vida es sueño" estuvo ligada desde el primer momento al compromiso de Blanca Portillo de convertirse en Segismundo, el personaje principal, una decisión que la actriz madrileña recibió como “un regalo inesperado”, que ha sido recibido de forma “excepcional” por el público, y que logra “agitar conciencias y conmover corazones”.

En ese sentido, agradeció a Pimenta la confianza depositada en ella, e invitó al resto de sus compañeros de oficio a que se lancen a intentar “barreras de género” en sus personajes”, ya que “el terreno de la libertad es el terreno de los sueños”. Al respecto, Pimenta recordó el “juego de equívocos” que reflejaba la película "Shakespeare in love", y afirmó que “el teatro isabelino inglés siempre ha jugado con la ambigüedad, y eso ha permitido crear un subtexto riquísimo en sus montajes”.

Belleza y compromiso

La directora de escena salmantina subrayó la “belleza formal y de arquitectura” del texto original, que han aproximado al público contemporáneo para invitarle a reflexionar sobre “el mundo de incertidumbre y de confusión que vivimos”, un leitmotiv del montaje que sigue estando “muy presente”. En ese sentido se manifestó también la actriz principal, que destacó que “más allá del maravilloso texto, la función respira compromiso con el teatro, que no es sólo entretenimiento, sino que implica un fuerte compromiso e invita al espectador a pensar en su propia realidad, convirtiéndose en un instrumento social”.

También participaron en la presentación a los medios Marta Poveda, que interpreta a Rosaura y que señaló que todo el elenco actoral salta al escenario “como animales salvajes, con la sangre ardiendo, dispuestos a jugarse la vida ante el público” en este montaje; y Joaquín Notario, que encarna al rey Basilio, padre de Segismundo, que apuntó que los intérpretes salan a escena “no a decir el texto de Calderón, que también, sino a dar alma, carne, sangre y huesos a unos personajes que se ven sometidos a una catarsis ante los ojos del público”.