El Gobierno de Suecia ha aprobado reintroducir el servicio militar obligatorio después de suspenderlo en 2010, una decisión que ha justificado por la falta de personal militar que están experimentando sus Fuerzas Armadas.
En 2016, las Fuerzas Armadas suecas tuvieron un déficit de personal de más de 1.000 oficiales y alrededor de 7.000 reservistas. Según ha explicado el Ejecutivo sueco en un comunicado, la "atmósfera de seguridad en Europa y en los territorios cercanos a Suecia se ha deteriorado", por lo que es necesario contar con más efectivos militares.
Por otro lado, las campañas de reclutamiento cada vez tienen menos éxito y apenas hay nuevos reclutas. "La reactivación del reclutamiento obligatorio es necesaria para la preparación militar de Suecia", ha asegurado el Gobierno sueco, en un comunicado.
Las autoridades suecas han aclarado que el sistema de reclutamiento obligatorio funcionará de forma simultánea con el reclutamiento voluntario. Las Fuerzas Armadas tendrán en cuenta la motivación personal y el interés de los nuevos reclutas a la hora de designar sus puestos.
Con esta medida, Suecia espera reclutar a unos 4.000 nuevos militares al año, que recibirán un entrenamiento militar básico. El nuevo modelo de 'mili' sueco, no obstante, es neutral en lo que respecta al género y será igual tanto para hombres como para mujeres.
Partidarios de la mili en España
El juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, se ha mostrado partidario del retorno del servicio militar obligatorio para jóvenes, tanto para ellos como para ellas, y para los denominados 'ni nis', es decir, los que ni estudian ni trabajan.
El juez Calatayud, conocido por sus sentencias 'ejemplarizantes' basadas en la educación más que en el aspecto punitivo, se hace eco de la decisión adoptada por el Gobierno sueco de restablecer el servicio militar obligatorio en el país siete años después de haber sido abolido con el objetivo de paliar la falta de soldados.
El juez de menores de Granada subraya que España debería "tomar nota" de esta medida y plantearse la necesidad de que los jóvenes hagan "un par de meses de campamento, o sea, de instrucción militar". "Ellos y ellas", advierte el magistrado, que subraya que la "disciplina y autoridad" que se enseña a los soldados "nunca son mala cosa".