La tarea de ser madre ha cambiado en las últimas generaciones. No es que ahora sea más complicado, pero tampoco más sencillo. El círculo que rodea a las mujeres ya no es tan estrecho como antes, cuando el hijo nacía en una especie de comunidad que se creaba gracias a los nexos de familia y entorno rural. Hoy, en medio de la ciudad, una primeriza se encuentra con dudas que no son tan fáciles de resolver. Es una de las razones por las que surgen los grupos de crianza.